La palabra abuso en el mundo de las relaciones se utiliza muchas veces con demasiada alegría, y en otras ocasiones, en aquellas en las que se produce tal abuso, se hace imposible de pronunciar, a riesgo de encontrarse con el rechazo, la descalificación y el aislamiento del grupo de amigos.
¿Alguna vez has cortado con alguien y te has sentido abusado por él? ¿Perseguido? ¿Insultado? ¿Puteado? ¿Jodido? ¿Avergonzado?
Cuando hablamos de abuso nos estamos refiriendo a algo bien diferente, no contrario, pues sería lo mismo, sino que es “otra cosa”. El abuso busca la inseguridad como producto en el otro, de forma mayoritaria; la desconexión de sus elementos estructurantes; aquello que no permite una integración personal que facilita la seguridad y la confianza en uno mismo. Busca romper su actitud, su persona, su alegría y su forma de ser, buscar romper todo lo positivo de la persona llegando a perder “quién es”.
El abuso busca desestructurar, busca el caos y el desorden en la persona y su entorno. No busca ya el ejercicio de la autoridad a través de autoritarismo, que, confesado abiertamente, te permite elegir, quedarte, marcharte, o bien te ofrece comportamientos operativos y específicos que poder juzgar. No, el abuso se engalana para presentarse, se viste de regalo maravilloso. La persona que ejerce el abuso parece tan cercana, tan fácil de llevar, bromista, simpático, realmente...no se encuentra nada aparentemente negativo que decir y, siendo una persona tan agradable y en el fondo con buenas intenciones uno no ve forma de hablar negativamente de él, sería mal visto, ¿que dirían los demás?, incluso uno se sentiría hasta culpable.
Los abusadores y abusadoras son enfermos mentales, criados por otros enfermos mentales, llenos de inseguridades, de miedos, de envidia del resto, lo que nos podríamos preguntar es por que lo hacen. ¿Será porque carecen de sentimientos? Claro, que esto tiene nombre de patología. ¿Será porque a los demás nos dan miedo?, ya que ninguno es tonto y sabemos de lo que son capaces cuando alguien les hace frente y como, probablemente, acabaremos haciendo.
Si te ha ocurrido, espero que hayas aprendido la lección para que no se repita, y si te esta ocurriendo, aprende bien la información de texto e intenta hacerle frente, por que tiempo al tiempo. Todo lo que hace uno con mala fe, se volverá en su contra. Eso es una verdad y lo demás son tonterías.
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